El cerebro humano organiza las percepciones como totalidades (gestalts) de acuerdo con ciertas leyes a las que denominaron "leyes de la percepción". Estas leyes enuncian principios generales, presentes en cada acto perceptivo demostrando que el cerebro hace la mejor organización posible de los elementos que percibe, "el todo es diferente de la suma de las partes".
Cómo afecta eso a la psicoterapia y al individuo en la terapia Gestalt es intersante. De alguna forma, hay una especie de configuración en cada uno de nosotros por el que tendemos a agrupar las imágenes y situaciones de nuestro mundo con la finalidad de ver las cosas desde nuestra personal perspectiva. Cuando sometemos esta configuración a revisión, como ocurre en el caso de la terapia, comprendemos aspectos importantes que nos afectan tanto a nosotros como al mundo que nos envuelve, sobretodo a nuestra forma de relación con él.
En la foto de arriba aparecen mis dos perfiles oscurecidos o una copa con la cara de la niña que fui. Dependiendo de donde pongamos la atención, veremos una u otra. Además, lo que veo yo, que sé de donde surgen esas imágenes y qué son y lo que ve un total extraño son cosas distintas.
Entonces se me ocurre la riqueza de la realidad, con cada individuo añadiendo su personal punto de vista al mundo que nos rodea, cada cosa es nueva cada vez que alguien distinto la ve.
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