Hace un par de años que he empezado mi formación en terapia con sueños. Se trata de un trabajo muy interesante ya que se convierte en una herramienta excelente de acercamiento al inconsciente de los pacientes. Muchas veces, los temas importantes que le atañen, quedan relegados a esa masa informe oculta a la consciencia, de manera que el acceso a ella se hace difícil. Los sueños constituyen la fuente ideal para desentramar el universo simbólico de cada persona. De un lado cada individuo comparte la simbología más general que se encuentra en el nivel cultural (arquetípos, tipos...), sin embargo, lo verdaderamente importante que personalmente he encontrado trabajando con sueños es lo mencionado, el lenguaje onírico personal y subjetivo de cada ser. No todos hemos relacionado las mismas ideas o sensaciones a diferentes objetos, situaciones o personas, de ahí la importancia de realizar una buena guía de submersión, un buen acompañamiento con una escucha aguda y atenta, cada detalle se torna especial y la sorpresa aparece cuando el propio paciente descubre qué se oculta detras de cada caso. Bajo mi punto de vista, antes de realizar un trabajo a nivel simbólico arquetípico, es importante apartar al diccionario de símbolos (universales), para echar un vistazo a las, muchas veces surrealistas, relaciones simbólicas que el paciente establece a lo largo de su vida. Yo incluida.