Terapia con sueños

Hace un par de años que he empezado mi formación en terapia con sueños. Se trata de un trabajo muy interesante ya que se convierte en una herramienta excelente de acercamiento al inconsciente de los pacientes. Muchas veces, los temas importantes que le atañen, quedan relegados a esa masa informe oculta a la consciencia, de manera que el acceso a ella se hace difícil. Los sueños constituyen la fuente ideal para desentramar el universo simbólico de cada persona. De un lado cada individuo comparte la simbología más general que se encuentra en el nivel cultural (arquetípos, tipos...), sin embargo, lo verdaderamente importante que personalmente he encontrado trabajando con sueños es lo mencionado, el lenguaje onírico personal y subjetivo de cada ser. No todos hemos relacionado las mismas ideas o sensaciones a diferentes objetos, situaciones o personas, de ahí la importancia de realizar una buena guía de submersión, un buen acompañamiento con una escucha aguda y atenta, cada detalle se torna especial y la sorpresa aparece cuando el propio paciente descubre qué se oculta detras de cada caso. Bajo mi punto de vista, antes de realizar un trabajo a nivel simbólico arquetípico, es importante apartar al diccionario de símbolos (universales), para echar un vistazo a las, muchas veces surrealistas, relaciones simbólicas que el paciente establece a lo largo de su vida. Yo incluida.

In treatment II

Ahora que avanzo en la serie casi se está transformando en una crítica a lo que ya comenté sobre el Psicoanálisis. Pol es acusado por sus clientes de no mostrarse y reclaman su implicación a ese nivel. Desde que Alex lo fuerza a pegarle con su carácter agresivo, a Pol no le queda otra que ir desenmascarándose poco a poco. Interesante proceso por el que el psicoterapeuta y el paciente empiezan a ser horizontes borrosos, una de las grandes críticas que las Psicologías Humanistas lanzan a las terapias más analíticas, como la que Pol realiza desde el inicio de esta serie. En el próximo capítulo...

In treatment - Serie de Tv

Una breve reseña acerca de esta serie que podéis encontrar referenciada aquí. Es muy interesante para todo aquel que le interesen los entresijos de la mente y respuestas humanas a situaciones vividas, sin embargo los terapeutas gestálticos pueden llegar a tirarse de los pelos cada vez que el doctor interpela a uno de sus pacientes con una de sus muchas interpretaciones, casi padecen un juego fatigoso intelectual en el que el psicólogo los lleva a un callejón sin salida donde no pueden más que darle la razón. Por suerte, sus pacientes son bastante cabezotas y se empeñan en no dársela tan fácilemnte, del mismo modo que el doctor se enfada cada vez que asiste a su propia terapia de supervisión con una vieja colega.
En terapia Gestalt se intenta siempre que sea el paciente el que llega a sus propias conclusiones, el terapeuta es un espejo que habla reflejando aquello obvio que el paciente muestra, pero sin ser inquisidor, sólo para favorecer un espacio al darse cuenta del paciente. 
De todos modos engancha, como la mayoría de las series de la HBO. Puede verse en VO subtitulada en cuevana.tv

El cerebro humano organiza las percepciones como totalidades (gestalts) de acuerdo con ciertas leyes a las que denominaron "leyes de la percepción". Estas leyes enuncian principios generales, presentes en cada acto perceptivo demostrando que el cerebro hace la mejor organización posible de los elementos que percibe, "el todo es diferente de la suma de las partes".

Cómo afecta eso a la psicoterapia y al individuo en la terapia Gestalt es intersante. De alguna forma, hay una especie de configuración en cada uno de nosotros por el que tendemos a agrupar las imágenes y situaciones de nuestro mundo con la finalidad de ver las cosas desde nuestra personal perspectiva. Cuando sometemos esta configuración a revisión, como ocurre en el caso de la terapia, comprendemos aspectos importantes que nos afectan tanto a nosotros como al mundo que nos envuelve, sobretodo a nuestra forma de relación con él.
En la foto de arriba aparecen mis dos perfiles oscurecidos o una copa con la cara de la niña que fui. Dependiendo de donde pongamos la atención, veremos una u otra. Además, lo que veo yo, que sé de donde surgen esas imágenes y qué son y lo que ve un total extraño son cosas distintas.
Entonces se me ocurre la riqueza de la realidad, con cada individuo añadiendo su personal punto de vista al mundo que nos rodea, cada cosa es nueva cada vez que alguien distinto la ve.

Consideraciones previas

Hace unos meses, mi psicoterapeuta me recomendó un libro que estoy leyendo con detenimiento. La parte en la que se habla de los rasgos físicos de los diferentes eneatipos todavía me cuesta un poco, sin embargo la primera parte del libro, la más general e introductoria, me ha dado profundas pistas acerca de mi comprensión de la Vida.
El libro se titula Ternura y Agresividad. Carácter: Gestalt, Bioenergética y Eneagrama. Su autor presenta al ser humano como energía encarnada, energía que es parte de la Energía Universal y que aparece en el mundo como fenómeno perceptible mediante esta forma. Dentro del cuerpo humano, la energía queda sometida a las leyes de la naturaleza, respondiendo en cada individuo a un cierto carácter. Este movimiento que efectúa la energía al encarnarse en el cuerpo es llamado oscurecimiento óntico, el cual conllevaría una pérdida de identidad según el autor.
La idea concuerda con el mito de la caída de Adam y Eva del Paraíso que, despojados de una pureza e inocencia primigenia son arrojados por Dios al mundo como castigo a la infracción de la única ley que poseían: no comer el fruto del árbol de la Vida, del árbol del conocimiento. Si establecemos un enlace entre la teoría del autor del libro y el mito, podemos encontrarnos con que la entrada al cuerpo de la que se habla se parece a la caída original, en ambas además se intuye la necesidad de recuperar algo que se ha perdido, de un lado se habla de identidad, del otro quizás de esencia. Si continuamos la lectura y la presentación del autor, entendemos que identidad y esencia se van a fundir en una.